Acnur
cambia vidas a jóvenes por Derechos Humanos
Por Jairo Cáceres
Estos jóvenes nunca le habían puesto la mano a una guitarra en su vida y sin embargo demostraron cuánto potencial pueden desarrollar... |
… Y los alumnos entraron vestidos de
blanco, haciendo gala de las habilidades adquiridas a lo largo de 17 semanas.
Percusión, danza y cuerdas, acompañaban a la maestra Susana Silfa, quien desde el podio, marcaba con palmas y voz el ritmo
a seguir para los graduandos, en la parte introductoria de la ceremonia de cierre,
del proyecto “Arte Cambia Vidas”…
“Arte
Cambia Vidas”, un programa inclinado a desarrollar
las actitudes artísticas, de una juventud que por circunstancias ajenas a la
propia voluntad, no halla tantísimo espacio para ir tras sus sueños y
desarrollarse de la manera más ideal. Y es que, si el día a día en la ciudad de
hoy, carece de muchos elementos básicos para el buen vivir de sus habitantes,
los bateyes dominicanos lógicamente, no van a ser un oasis de oportunidades
para todos y todas.
Luego de concluida la primera parte de la
actividad de clausura, dos, de los veintinueve participantes del proyecto, pusieron
a toda la audiencia de cabeza a son de Hip Hop. Los jóvenes interpretaron una
canción escrita por ellos mismos, en la que expresaban el sentimiento de
gratitud hacia el arte y sus maestros.
Expresan que verdaderamente, la vida les cambió.
Destreza escénica, precisos pasos de bachata y una trama que emulaba el formato de alguna fílmica hollywoodense de corte romántico, fue lo que pudieron apreciar los presentes, cuando comenzaba a sonar “Stand by me” luego del rap, en el acto posterior. Auténticos bailarines de salón dando cátedras de “tumbao”, y el clásico “Don Juan” en la pista, que le fabrica un beso en los labios a la doncella en el paso final. ¡La clásica escena del baile versión criolla!
Locas contorsiones, brincos, vueltas. Y fue
que cuando acabó la bachata en el auditorio del San Benito, regresó el Hip Hop
en una instrumental de Wu- Tang- Clan,
y en vez de que se “rapeara” nuevamente,
esta vez se bailó breackdance. Si, BREACKDANCE. A cargo de esta rama,
estuvieron los profesores Juan Tomas Mariano de los Santos y Andy Liriano
Melo. Los alumnos reafirmaron la tesis de que -cuando se quiere, se puede-.
Susana y Guillermo Silfa, estuvieron impartiendo
los talleres de guitarra, voz y composición. Al mismo tiempo que estuvieron
involucrados en la logística del cierre, con la maestría de ceremonias y demás
detalles.
“Dominicano soy, de mis raíces no voy
a olvidarme”, canta el
siguiente número, al mismo tiempo que en una coreografía sale un grupo de muchachas de San Pedro de Macorís, quienes con coloridos vestidos, empezaron a declamarle versos a la patria escritos por su compueblano Pedro Mir, el Poeta Nacional.
Luego de las palabras del
coordinador del proyecto Jean Ralph
Placide, comenzó la emotiva entrega de certificados para los participantes.
Nombre tras nombre, se hacía más evidente la emoción de los jóvenes al ser
reconocidos por sus esfuerzos en un día, que seguramente no olvidarán jamás.
Gonzalo Vargas Llosa, propulsor del
proyecto junto con el ACNUR y otras
organizaciones benéficas, da el toque de culminación con un discurso, que puso
de manifiesto toda su satisfacción y felicidad por los progresos obtenidos en
el módulo.
Cabe destacar que el
concepto del proyecto, fue una idea de la periodista Marivell Contreras, que se ha caracterizado a través de los
tiempos, por siempre estar al pendiente de esta clase de causas y labores
sociales.
Sin
duda, ¡CUANTO TALENTO ESCONDE MI PAÍS! Hoy le tocó a los bateyes de San Pedro
de Macorís. ¿Y mañana? Por el momento, contamos con veintinueve nuevos
artistas, con mucho que dar…
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